
El ASMA es un problema que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, y es un tema en que aún falta mucho por entender, ya que surge de una compleja interacción entre factores ambientales y genéticos.
Su diagnostico es dificil de evaluar, pero en 1991 un grupo mundial de expertos se reunió para llegar a un mejor entendimiento del tema, y se llegó al consenso de que el ASMA es un proceso inflamatorio pulmonar crónico, asociado a la hiperespuesta de la vía aérea con limitación del flujo aéreo y síntomas respiratorios.
En Chile los resultados del Estudio Internacional de Asma y Alergias en la niñez (ISAAC) muestran una prevalencia en escolares entre 15% a 18%, la que aumentó notoriamente en los adolescentes chilenos, y en la encuesta realizada por el MINSAL indica que un 24,5% de la población Chilena presenta síntomas respiratorios crónicos, documentándose una tendencia en aumento de esta enfermedad.
La contaminación del aire puede empeorar los síntomas del ASMA dificultando la respiración , fatiga, tos, sibilancias, molestias en el pecho, irritabilidad, despertarse en la noche y una sensación de ardor en los pulmones.
Dentro de los principales contaminantes están:
-El Ozono
-El polen
-Los ácaros del polvo
– El moho
-Pelos de Animal
-El hollin,
-El humo, son algunos de los principales factores ambientales que deben cuidarse para disminuir los efectos del ASMA.
Actualmente el ASMA no tiene una cura, pero si se pueden bajar los riesgos de padecer una crisis manteniendo un ambiente controlado, sanitizado, limpio, y en los posible libre de la mayor cantidad de contaminantes, por lo que en este contexto se recomienda contar máquinas sanitizadoras de ambientes o purificadores de Aire, que en lo posible tengan un Filtro HEPA en su interior, Luz ultravioleta tipo C, o emitan IONES Negativos al ambiente.